El sol y el calor son los peores enemigos del móvil, situación que se empeora cuando nuestro destino es la playa. La arena y el agua dañan de especial manera los delicados dispositivos con pantallas cada vez más grandes y, por tanto, más expuestas a todos estos riesgos.
La arena uno de los enemigos. Aunque los móviles vienen preparados para evitar los granos de arena, siempre quedan algunos orificios más pequeños y susceptibles como el altavoz, la clavija del cargador o la batería. Aunque retirarlos en fácil, es necesario protegerlo para que no se produzca la peligrosa acumulación de estos materiales en estos orificios. En estos casos, lo más útil son las fundas o los plásticos protectores.
Algunos de los actos más habituales cuando estamos en la playa como coger el móvil con las manos húmedas, que se caigan gotas de agua o posar el dispositivo sobre una toalla húmeda no es beneficioso para él. Debido al escaso tiempo de estas exposiciones, no dañarán el sistema interno, pero es conveniente evitarlos.
A pesar de todo, lo más letal para los móviles es el agua. Aunque su sumersión tiene remedio en un plazo de 24 o 48 horas, existen posibilidades reales de perder el móvil por completo. Además, el agua salada es aún peor porque la sal potencia la oxidación de los componentes. Es necesario evitar esta circunstancia por todos los medios.
Otro de los aspectos más dañinos para el móvil es el sol. Si bien los móviles, tanto la pantalla como el dispositivo interno, están preparados para la acumulación de sol, es muy recomendable evitarlo porque pueden provocar fallos internos graves que, además, son difíciles de localizar y solucionar.
Prevención
La mejor forma de evitar el daño en los móviles por estos factores son las fundas herméticas que aislan completamente el móvil, como si estuviera envasado al vacío, lo que permite incluso sumergirlo en el agua y no recalientan en aparato. No están muy extendidas ya que su precio asciende a unos 40 euros.
Otras bolsas especiales para el móvil protegen al dispositivo del sol y del agua, aunque el principal inconveniente es que no permite manejar correctamente la pantalla táctil.
Por último, es necesario tener en cuenta que las fundas tradicionales de plástico no protegen al aparado de la arena, el sol o la humedad. Tampoco es cierto que cubrirlo con papel de plástico de cocina sea un remedio, pues ese plástico se recalienta, se derrite y desaparece.