Vodafone y Orange han firmado un acuerdo para el despliegue conjunto de fibra en España que tiene como objetivo alcanzar los 3 millones de hogares, oficinas y locales de negocio en 2015 y los 6 millones de unidades inmobiliarias en 2017, con una inversión conjunta de unos 1.000 millones de euros hasta 2017.
El acuerdo contempla que cada compañía despliegue su propia red FTTH en zonas complementarias, tanto el tramo horizontal como los cableados verticales necesarios para el acceso a los edificios, y que ambas compañías se faciliten el acceso mutuo y el uso de sus respectivas infraestructuras. Asimismo, ambos operadores negociarán de forma conjunta acuerdos de compartición con cualquier otro operador que disponga de verticales en los territorios cubiertos por este acuerdo.
Así lo presentaron este miércoles en rueda de prensa el consejero delegado de Vodafone España, Antonio Coimbra, y el consejero delegado de Orange España, Jean Marc Vignolles.
Las zonas de cobertura de las redes horizontales construidas por cada compañía serán complementarias y no solapadas, y sus características técnicas serán compatibles de forma que puedan conectarse formando una red única de mayor alcance, lo que maximiza la eficiencia de las inversiones realizadas. Cada compañía será propietaria de la red desplegada en su zona de cobertura, mutualizando las inversiones realizadas.
En lo que respecta a los cableados verticales, cada compañía construirá sus propias verticales en aquellos edificios donde no existan, dentro de su zona de cobertura. Ambas compañías compartirán las verticales construidas en virtud de este acuerdo y colaborarán para obtener el acceso a la infraestructura vertical de cualquier otro operador en aquellos edificios donde ya esté desplegada. Cada compañía se responsabiliza del mantenimiento de su red en el territorio asignado en el acuerdo.
La conexión de los clientes finales, así como la entrega, mantenimiento y gestión del servicio final será realizada por cada compañía de manera totalmente independiente. Asimismo, las ofertas comerciales de ambas compañías serán distintas y contarán, por tanto, con precios, servicios de soporte y canales de distribución establecidos de forma independiente. De esta manera, el acuerdo alcanzado revertirá en beneficio de los clientes, al asegurar la pluralidad de ofertas, extender el alcance de la banda muy ancha y aumentar la competencia en el mercado.
Este acuerdo está abierto a la participación de otros operadores que quieran invertir en el mismo modelo de despliegue.