El 15 de junio de 2017 acabó el roaming, de forma que todos los ciudadanos europeos puedan realizar llamadas y navegar por Internet desde sus smartphones sin coste extra. La prueba de fuego ha tenido lugar durante este verano, cuando la llegada de turistas ha puesto a prueba las redes de telecomunicaciones nacionales.
Según Orange, durante el verano, el tráfico de datos de los viajeros extranjeros en su red española se disparó cerca de un 400%. En este sentido, en destinos como Baleares o la Costa Brava, el consumo se ha multiplicado por 10. De hecho, en Baleares, donde en momentos de temporada alta la población extranjera duplica a la local, el 40% de todo el consumo de datos en el teléfono móvil correspondió a clientes extranjeros. Caso similar se produjo en Málaga o Tarragona, donde un 25% de todo el uso de internet móvil fue de usuarios internacionales.
Con todo, Orange ha reforzado sus redes para que todos los clientes disfruten de las redes de datos a la máxima velocidad y agilidad, adaptándolas a los volúmenes crecientes de datos y conexiones.